La voz hablada

  • AUTHOR: myriam
  • 10/06/2022
La voz hablada
La voz hablada

Hablar es algo simple y natural, la voz hablada y la voz cantada son emitidas por los mismos órganos.

La voz es el resultado del comportamiento simultáneo de una serie de aparatos; en el aparato fonatorio se integran estructuras y órganos como la boca, los labios, la lengua, los dientes, los senos frontales y las cavidades paranasales, la faringe, la laringe, los pulmones, el diafragma, los músculos intercostales, etc.

La diferencia entre la voz hablada y el canto consiste en que la voz hablada emplea mucho menos notas y las que emplea están muy próximas entre sí.

Por medio del trabajo vocal se puede dar a la voz mayor extensión y flexibilidad y aprender a emplear los intervalos y las entonaciones. ¡La alegría, la tristeza, el asombro etc. no pueden expresarse con las mismas notas!

Los estudiantes de canto y voz, al cabo de algunas semanas de estudio se dan cuenta que su voz hablada ha cambiado por completo. Está menos apoyada, va más hacia adelante, se cansa menos y sobre todo empieza a tener modulaciones variadas.

La técnica de la voz hablada se trabaja exactamente como la de la voz cantada.

Entre los que emplean mucho la voz hablada, habitualmente sucede que, por hábitos incorrectos, su voz está totalmente desplazada y esto, tarde o temprano puede terminar en disfonía o ronquera crónica, y en casos más graves hasta la pérdida de la voz.

Los ejercicios de respiración, posición y función de los órganos de la boca, los resonadores, la emisión, la articulación, apoyo, dicción e interpretación, son los mismos tanto para la educación de la voz hablada como cantada.

En el arte de la oratoria, así como en el del canto, no se debe temer a exagerar el trabajo técnico.

Los profesionales de la voz tales como abogados, actores predicadores, oradores, profesores etc. estudiando y practicando técnica vocal, lograrán disfrutar de su voz y sobre todo evitarán cansancios y ronqueras.

Tres ejercicios simples para practicar:

1. Ejercicios para la cara, cuello y mandíbula.
Empezar con un masaje facial en forma circular para relajar los músculos y ayudar a las mejillas a posicionarse en forma de máscara (como una sonrisa) y de este modo preparar nuestra cara a toda la apertura que necesita para que resuene completamente.

2. Inspira profundamente (pon tu mano en el abdomen para controlar que haces el movimiento justo)
Instante de suspenso
Aproxima los labios, como para silbar, envía un hilo de aire hacia los dientes de arriba. Imagina que el aliento tiene como única vía de salida el orificio de una aguja.

3. Di M (como el sonido de una vaca) siente como suena en tu mascara, siente las vibraciones de la M.
Sube y baja el sonido y tararea algo simple con la M.